Es comerciante de verduras. Confiesa que con su trabajo solo logra descansar entre dos y tres horas diarias, porque los mercados atienden de lunes a lunes sin descanso. “Todos necesitan ganar, pero yo lo doy a bajo precio, porque hay que ser conscientes, no todos tienen para acceder a los alimentos”, cuenta.

Durante dos semanas, la pequeña de 7 años de edad, que también contrajo el coronavirus pero que es asintomática, cuidó de sus padres. Fue el consuelo y la mayor motivación y deseo de vivir de sus padres…

Dos pacientes pasaron el momento más temido, la falta de aire, una de ellas fue intubada, pero tras recibir el tratamiento con plasma salió de peligro. Ambos están en sus hogares, arropados por la familia

Igual que el mundo, yo me he detenido también. Y me he puesto a mirar. El amor se comió mi paz y mi guerra. Mi día y mi noche. Mi invierno y mi verano. Se comió mi silencio, mi dolor de cabeza, mi miedo a la muerte.

Mientras espera que EE UU acepte su caso de asilo, el especialista en cuidados intensivos cubano Dairon Elisondo Rojas lidera la respuesta al coronavirus en el campamento de migrantes de Matamoros, en México.

En medio de la cuarentena, un grupo de dolientes son increpados por un funcionario. Al otro lado de Bolivia, vivo mi propio duelo. Alguien en Laja se murió de muerte natural, para decir que no fue por el coronavirus.